Concurso MAD en Mendoza

Dos proyectos que nacen de la tierra, como los viñedos.

Un concurso de esos que sabes que no vas a ganar, pero al que te presentas para ejercitar dedos, un concurso en el otro lado del mundo, en el que se nos pedía dos edificios: uno con uso de museo del vino (los caldos de Mendoza son reconocidos a nivel mundial) y un segundo edificio con uso de bar restaurante donde degustarlos y realizar eventos, dos edificios distantes entre sí, pero que debían de ayudar a puntuar la ciudad, desde la intervención. Con la intención de que hablasen un mismo lenguaje, pero fueran lo suficientemente distintos, los proyectos surgen de la tierra, como las vides, hasta configurar sendas estructuras de acero corten, mitad interiores mitad exteriores, que la gente ocupará y llenará de vida.